LOS CICLOS EN EL REAL COLEGIO SAN FRANCISCO DE ASÍS

 

En el año lectivo 2022-2023 se planteó una nueva forma de abordar la educación de los estudiantes partiendo de directrices emanadas por el Ministerio de Educación Nacional, en este sentido los ciclos comienzan a ser relevantes en el proceso de formación, presentando nuevas perspectivas de acción que permitirán lograr con el cometido esperado por el estamento de la comunidad educativa.

Los ciclos están constituidos por grupos de grado con estudiantes de edades establecidas desde la perspectiva del desarrollo humano.

La conformación de los ciclos implica reorganizar el currículo, transformar las prácticas pedagógicas, crear cambios en la cultura institucional, generar estrategias de integración del conocimiento y condiciones de tiempo que permitan a los estudiantes desarrollar aprendizajes pertinentes y acordes con la base común de aprendizajes esenciales establecida en concordancia con los fines de la educación consagrados en la Ley General de la Educación de 1994.

En relación con las intenciones de formación, los ciclos propenden y establecen la relación entre las intenciones de formación (horizonte institucional), la identidad del ciclo, que responde a las demandas de aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes y las necesidades educativas de la sociedad, (fines de la educación) conceptos que recoge la impronta de cada ciclo.

Respecto a la estrategia de organización curricular los ciclos promueven el desarrollo de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes de los niños, niñas y jóvenes, establecen relaciones entre el conocimiento escolar, el conocimiento cotidiano y el conocimiento científico, así como nuevas formas de comprender y entender las relaciones interpersonales que se dan en la escuela y en su contexto (convivencia y manual de convivencia). El proceso de ciclos visto como un sistema, permite la articulación inter e intraciclo y atiende la idea del desarrollo humano.

En cuanto a las acciones pedagógicas, en los ciclos se asume la complejidad, la transversalidad y la integración de los aprendizajes, se establecen actividades predominantes para cada etapa del desarrollo humano (ejes de desarrollo), se definen prioridades de formación y estrategias pedagógicas, se establecen criterios y formas de evaluación de acuerdo con las características de cada ciclo con los aprendizajes esenciales de la base común.

Como unidad de tiempo curricular los ciclos están compuestos por grados y períodos académicos articulados entre sí. Un período académico es un espacio de tiempo escolar en el que se llevan a cabo una serie de acciones pedagógicas, que permiten el desarrollo y el avance de los aprendizajes de los estudiantes y el logro de las capacidades comunes para avanzar al siguiente ciclo. El ciclo como unidad curricular permite hacer un seguimiento sistemático a las capacidades que facilitan el alcance de la base común de aprendizajes esenciales.

Los ciclos en el Real Colegio San Francisco de Asís se caracterizan así:

  • Educación Inicial (Pre-jardín, Jardín y Transición)
  • Ciclo 1 (1°-Primero, 2°-Segundo y 3°-Tercero de primaria)
  • Ciclo 2 (4°-Cuarto y 5°-Quinto de primaria)
  • Ciclo 3 (6°-Sexto y 7°-Séptimo de bachillerato)
  • Ciclo 4 (8°-Octavo y 9°-Noveno de bachillerato)
  • Ciclo 5 (10°-Décimo y 11°-Once de bachillerato)

EDUCACIÓN INICIAL. (Pre-jardín, Jardín y Transición)

Eje de desarrollo: estimulación y exploración

 

La actividad esencial del ciclo es la de realizar una adecuada adaptación a la escuela, a los compañeros, a las normas de convivencia, a las relaciones con los docentes, al manejo de tiempo o al cumplimiento de tareas, entre otros. Como puede verse, es un factor social el que determina el inicio del ciclo, y no un factor biológico o madurativo.

El primer ciclo apunta a conquistar el gusto, el placer y la alegría de los niños y niñas por estar en la escuela y a generar una perspectiva pedagógica que tenga en cuenta las necesidades de los estudiantes en relación con los aspectos cognitivos, socio-afectivos y físico-creativos.

La estructura del ciclo permite la articulación entre la propuesta de trabajo por dimensiones del preescolar y la de las áreas propias del siguiente ciclo.

En este ciclo la escuela propende a la ‘vinculación de la familia como principal agente educador y socializador de niños y niñas, garantes de derechos y con conocimiento de los procesos educativos.

CICLO 1. (PRIMERO, SEGUNDO Y TERCERO)

 

Es el ingreso al «colegio grande». Uno de los avances más notorios del niño tiene que ver con la mejora que realiza a su capacidad de auto-control, disminuye sensiblemente las disputas y tensiones entre los niños.

El niño en este ciclo expresa curiosidad ante los fenómenos naturales y sociales, y esto genera en él un movimiento que tiene como finalidad desentrañar la naturaleza de los objetos y las ideas, y en el que se expresa esencialmente a través de sus preguntas. La pregunta le permite desentrañar un objeto o una idea, con el apoyo de otras personas, en este caso, el docente. El niño indaga y hace preguntas que evidencian la búsqueda del por qué y para qué de las cosas. Se asombra y se entusiasma por comprender diversos fenómenos. Por su parte, el niño especialmente interesado puede identificarse fácilmente a través de la pertinencia de las preguntas que realiza.

Es el período en el que se presenta el mayor desarrollo de vocabulario y comunicación en la vida, al tiempo que hacia los ocho o nueve años el niño ya tiene la mayor parte del vocabulario que utilizará en la vida.

Se destacan logros a nivel del desarrollo del razonamiento numérico (Flavell, 2000). El niño asigna un solo nombre a cada número (principio uno a uno), puede recitar los números en un orden determinado (orden constante), el último número es igual al número de entidades contadas (cardinalidad). Así mismo, se puede contar cualquier clase de entidad (principio de abstracción) y se evidencia que no importa el orden al contar objetos (irrelevancia del orden). Estos principios pueden y deben desarrollarse en el siguiente ciclo trabajando las propiedades de la aritmética, y su trabajo es esencial para garantizar una enseñanza centrada en la comprensión y el desarrollo del pensamiento y no en los algoritmos como desafortunadamente todavía sigue siendo dominante en la mayor parte de escuelas del mundo.

Las acciones que propician el desarrollo del aprendizaje en el ciclo involucra la construcción de cuadros, representaciones simbólicas, esquemas, diagramas, resúmenes y mapas mentales que les permiten identificar objetos, hechos o fenómenos, caracterizarlos. Los procesos de categorización empiezan por identificar los objetos, nombrarlos, establecer diferencias, semejanzas y relaciones entre los objetos y los fenómenos.

Los niños y las niñas desarrollan lazos fuertes con amigos fuera de la familia y buscan independencia y aceptación. Los juegos en equipo se vuelven importantes, le gusta los halagos y el reconocimiento, en esta etapa de desarrollo empieza a manifestar inconformidad y confrontación con las reglas de los adultos y las de los amigos.

En términos de Wallon, este ciclo tiene predominancia socio-afectiva, en el que la actividad central es la adaptación y el énfasis está en la adaptación con el medio, el conocimiento de sí mismo y el mejoramiento de la capacidad para auto-controlarse.

CICLO 2. (CUARTO Y QUINTO)

 

Es el ciclo conceptual ya que en el se desarrolla la reversibilidad y debido a ello aparecen las invariantes de cantidad, peso y volumen.

Los conceptos de conservación serán esenciales para todo el trabajo en matemáticas, ya que no es posible comprender ninguna operación aritmética sin el desarrollo de conservación de cantidad. Así mismo, los conceptos esenciales de las ciencias naturales, particularmente los de materia y energía, exigen principios de conservación de peso y de volumen. En consecuencia, este es el período por excelencia para abordar los principales conceptos de las ciencias naturales y las ciencias sociales. Esto es, desde una perspectiva científica.

Los conceptos científicos adquieren su sentido y validez en tanto hagan parte de un sistema de proposiciones organizado y jerarquizado, ya que son teóricos y abstractos. Requieren de un mediador para que puedan ocasionar un aprendizaje significativo, requieren de un maestro y una escuela que deliberada e intencionalmente estén interesados en que sus estudiantes adquieran aprendizajes significativos.

A nivel del lenguaje, el trabajo esencial del ciclo consiste en desarrollar las competencias de lectura y escritura inferencial. Esto implica que a nivel escolar se oriente al estudiante para ayudarlo a localizar inicialmente la información explícita y mediante preguntas llevarlo a que realice inferencias simples.

Se requiere que el niño esté en capacidad de identificar las inferencias básicas en distintos tipos de discursos gráficos (caricaturas, carteles publicitarios, imágenes, etc). Así mismo, se requiere que logre analizar los símbolos, signos y señales no verbales que juegan un papel fundamental en la construcción de sentido.

En términos de Wallon, el ciclo tiene un predominio cognitivo y dirigido esencialmente hacia la formación del yo. Lo esencial es aprender de la cultura los conceptos fundamentales en cada una de sus áreas. De allí que la actividad central sea la actividad del estudio (Elkonin y Davidov, 1987). Para entender esto hay que tener en cuenta que en este período la escuela cambia de manera sensible la vida del niño. Y en torno a ella se configura su vida personal, social y familiar. Debido al proceso escolar, el niño modifica sus horarios, responsabilidades y derechos, así como sus nexos sociales.

CICLO 3. (SEXTO – SÉPTIMO) TAMBIÉN LLAMADO CICLO CONTEXTUAL

 

Desde una perspectiva fisiológica, la pubertad es un periodo de profundas modificaciones tendientes a la madurez biológica y social, que genera cambios radicales en el organismo del niño y es la interacción entre el púber y la sociedad. En general, dicho proceso se inicia primero en las mujeres.

De un lado, es el período por excelencia del crecimiento y de la madurez sexual. El organismo infantil se transforma de una manera acelerada en un cuerpo con marcados rasgos de adulto. El aumento de la fuerza muscular es evidente en los varones, en tanto se desarrollan los senos y las caderas en las niñas. Estos profundos cambios hormonales se presentan paralelamente con la crisis de identidad, con la crisis sexual y la crisis de autoridad con las que se inicia la pubertad (Carvajal, 1993).

El objetivo de este ciclo busca atenuar el impacto que genera en los niños los cambios de la organización escolar de 5º. Al ambiente de 6°. Y 7°. Que produce en muchos casos sentimientos de temor y miedo.

Las prácticas pedagógicas en el tercer ciclo deben fortalecer la capacidad de los niños,
niñas para complejizar sus experiencias, su nivel de creatividad, su capacidad para tomar
decisiones y acceder al conocimiento de tal manera que se desarrollen aprendizajes acordes con las necesidades del ciclo.

Requieren de espacios para entender la divergencia como arte de la construcción colectiva, entre equivocarse, no saber y preguntar, no son motivos de exclusión, sino que por el contrario, permiten desarrollar sus capacidades. Con el dominio del lenguaje que poseen son capaces de acceder al pensamiento abstracto, lo que les da la posibilidad de interpretar y construir juicios críticos.

La lectura, la escritura y la expresión oral, como elementos fundamentales en la construcción del mundo social de los niños y niñas, deben aprovecharse para construir enunciados verbales y proposiciones desde las abstracciones, las críticas literarias, así como de las metáforas. Es fundamental que en el aula de clase se promueva el uso de la oralidad como una posibilidad de desarrollo cognitivo para razonar y predecir.

En esta etapa analizando desde un aspecto socioemocional los niños y las niñas entran en
crisis de identidad que los lleva a buscar modelos identitarios. Les llama la atención experimentar situaciones de riesgo y algunas cosas que les están prohibidas.

Necesitan ser escuchados con paciencia por los adultos, esto les ayuda a ubicarse en el mundo y a entender los cambios imprevistos que se presentan en su vida emocional como
parte de la crisis de consolidación de su carácter. Se exaltan con facilidad y responden de
manera agresiva.

Desde el aspecto físico requieren de espacios para desarrollar los deportes que más les gustan. Los maestros y maestras deben estar atentos a los intereses y habilidades físicas de los niños y niñas de este ciclo, de tal manera que las actividades recreativas y lúdicas que se desarrollen, las potencien.
El juego cobra importancia al convertirse en una actividad para el desarrollo de la personalidad, esto establece y fortalece las relaciones con sus pares y mejora su autoimagen. El juego permite construir normas.

CICLO 4. (OCTAVO – NOVENO)

 

El cuarto ciclo fortalece en los estudiantes su capacidad de definición, interpretación y análisis, sistematización y proposición de soluciones a problemas cotidianos. Por lo tanto las estrategias de integración curricular que se desarrollan desde este ciclo deben estar destinadas a desarrollar nuevos y mejores aprendizajes, acorde con las necesidades, los intereses y particularidades del contexto.

El proceso de enseñanza-aprendizaje debe orientarse a la construcción del proyecto de
vida, lo que implica la exploración de habilidades y de capacidades que oriente su vocación.

En el cuarto ciclo deben desarrollarse espacios de diálogo, confrontación y discusión de ideas e hipótesis, debido a que los jóvenes de este ciclo han desarrollado una mayor conciencia en cuanto a la conservación del medio ambiente, la afirmación y el reconocimiento de sus potencialidades y sus intereses. Es clave promover, a través de actividades colectivas, la solución a los problemas de convivencia y tratamiento pacífico de los conflictos.

Los jóvenes son más activos en la participación democrática y comienzan a optar por la selección de un campo de conocimiento como posibilidad de su proyecto de vida.

Este ciclo es una etapa de construcción de estructuras de pensamiento especialmente para
la solución de problemas teórico-prácticos, identificación y clasificación de prioridades, fortalecimiento de la responsabilidad para la convivencia y el desarrollo de la vida social. Por ello, es necesario que en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se profundice en los conocimientos disciplinares y se realicen proyectos interdisciplinarios que les permita a estos jóvenes evidenciar soluciones conjuntas y construir mundos posibles.

El aula de clase y los espacios de aprendizaje deben desarrollar estrategias que les
afiancen su pensamiento hipotético-deductivo, es decir, que ante un problema o situación se los deje actuar elaborando hipótesis (posibles explicaciones de los hechos), que después comprobarán si se confirman o se refutan.

De igual forma, requieren de gran cantidad de información, sobre eventos y fenómenos concretos que les permita plantear hipótesis y argumentarlas de manera coherente. Así mismo debe desarrollarse aprendizajes que potencien sus habilidades para el manejo de la tecnología, la informática y la comunicación, lo que les amplía las posibilidades de acceder a la información y el círculo de amigos en la red.

Desde el aspecto socioafectivo los cambios biológicos implican revisar y rehacer la imagen del propio cuerpo, la preocupación por el propio físico y la representación de sí mismo, pasan a constituir un tema fundamental en esta etapa. Temas como el acné y la sexualidad adquieren trascendencia. Pero tanto el aspecto físico como las diferencias de patrones y valores, les hacen reaccionar con rebeldía, con mofa o displicencia. Esto hace que se cuestionen y/o se aíslen, se sientan más seguros en el grupo y tienden a manifestar en coro lo que no pueden expresar solos.

Necesitan mucha comprensión, apoyo físico y emocional, estímulos y espacios para desarrollar sus talentos y encontrar reconocimiento. Su preocupación por la apariencia personal los impulsa a estar en la moda y sufren muchas frustraciones cuando no están al alcance de esas posibilidades.

CICLO 5. (DÉCIMO Y UNDÉCIMO) PROYECTO PROFESIONAL

 

Abarca la etapa de la adolescencia que se caracteriza por los fuertes cambios intelectuales y psicoafectivos, por el mayor desarrollo de la capacidad reflexiva y de introspección. Es un ciclo acompañado por la incertidumbre que origina terminar los estudios, lo que implica dejar en muchos casos el grupo de amigos y comenzar a vivir en el mundo de la educación superior.

Este ciclo debe cualificar el proceso de formación de los jóvenes de la educación media a partir de la profundización en áreas del conocimiento y del desarrollo de intensificadores y especialidades que los habilite para continuar estudios en un nivel superior. También en este ciclo se requiere promover el desarrollo de la investigación.

El aprendizaje en la educación por ciclos se concibe como un proceso de adquisición, modificación y movilización de conocimientos, estrategias, habilidades y actitudes, que conlleva al desarrollo de nuevas y mejores ideas, al descubrimiento de formas de manipular, interactuar, dominar y transformar elementos del ambiente, haciéndolo un acto intencional, explorador, imaginativo y creativo, que permite el desarrollo de procedimientos y maneras de razonar.

Desde esta mirada, los aprendizajes deben ser evaluados a partir de procesos cualitativos, que interroguen sobre la estructura y la calidad del aprendizaje, sobre la manera en la que el estudiante interactúa con el mundo y sobre los procesos que el estudiante utiliza para dar solución a problemas.

Referencias bibliográficas

ALVÁREZ, Henry Y OTROS. Reorganización curricular por ciclos. Bogotá Positiva, 2da edición. SED.

CARVAJAL, G. (1993). Adolecer: La aventura de una metamorfosis. Bogotá.

DAVIDOV, V. (1988) La enseñanza escolar y el desarrollo psíquico. Moscú. Progreso.

DE ZUBIRIA, Julián Y OTROS. (2010) Los ciclos en educación. Bogotá. Editorial Magisterio.

WALLON, Henri. (1987) Psicología y educación en el niño. Madrid. Ministerio de educación y cultura